Seguramente lo llegaste a decir después de gastar y gastar en Facebook sin ver resultados
Pero esto no es así ¡Facebook es la mejor herramienta publicitaria del momento!
De hecho, el 90% de las empresas que me ha tocado asesorarles, comete el mismo error.
Te voy a explicar mejor con el siguiente ejemplo:
Había una vez una emprendedora llamada Lorena, propietaria de una tienda de tecnología en el bullicioso centro de Buenos Aires.
Llena de entusiasmo, Lorena se encontraba emocionada por la llegada de un nuevo producto que prometía ser un éxito rotundo: los AirPods de Apple.
Habiendo invertido una gran suma de dinero en esta nueva adquisición, estaba decidida a vender la mayor cantidad posible en el menor tiempo imaginable.
Su confianza se fortaleció aún más cuando algunos de sus amigos realizaron algunas reservas anticipadas.
Pero, ¿te resulta familiar esta historia? Permíteme continuar...
Con la esperanza de captar la atención de potenciales compradores, Lorena se acercó a sus colegas y amigos que se dedicaban al ámbito de la publicidad en busca de recomendaciones sobre dónde debería promocionar este novedoso producto.
Para su sorpresa, todos ellos le sugerían una plataforma: Facebook.
Lorena sabía que Facebook ofrecía la posibilidad de dirigir anuncios a un público específico, segmentándolo por intereses, edad y ubicación.
Por lo tanto, decidió delimitar su audiencia objetivo de la siguiente manera:
Personas que vivieran en Argentina (ya que ofrecía tanto ventas en su tienda física como envíos a todo el país).
Personas que poseyeran un iPhone.
Personas aficionadas a la actividad de correr.
Personas con un alto poder adquisitivo.
Con estos intereses detallados, Lorena se aventuró a invertir en publicidad en las redes sociales para atraer clientes a su tienda.
Sin embargo, pronto se vio sumida en la desilusión.
Los días pasaban, los costos aumentaban y las ventas no se concretaban. Preocupada y desanimada, decidió revisar su estrategia publicitaria.
Observó detenidamente su publicidad en Facebook y se percató de un detalle que había pasado desapercibido hasta entonces.
La imagen mostraba cómo había seleccionado a su audiencia:
¿Dónde estaba el error?
En primer lugar, había elegido personas interesadas en artículos de lujo, lo cual tenía sentido ya que buscaba atraer a aquellos con un alto poder adquisitivo. Eso no parecía ser el problema.
Luego, había optado por personas interesadas en iPhone. Si bien esto no significaba que todas ellas tuvieran un iPhone, es probable que muchos sí lo tuvieran. Tampoco parecía ser el error.
Finalmente, había seleccionado a personas interesadas en "correr". Esto tampoco parecía ser un error, ya que aquellos a quienes no les gustaba correr específicamente podrían estar interesados en otras actividades físicas, como ir al gimnasio, por ejemplo.
Entonces, ¿dónde estaba el error?
Al observar nuevamente la imagen, un detalle llamó poderosamente su atención:
El número de personas en la audiencia elegida por Lorena era de un millón ochocientos.
Era una cantidad enorme de personas, lo cual indicaba que probablemente había cometido un error al elegir su público objetivo.
El grave error de Lorena se reveló al entender la siguiente frase clave de Facebook:
"Mostrar tu anuncio a cualquier persona que se ajuste a al menos uno de los intereses que has seleccionado".
En otras palabras, Facebook no se preocupa por la cantidad de intereses que elijas, sino que busca encontrar personas que cumplan con al menos uno de esos intereses.
En el caso de Lorena, esto significaba que cualquier persona interesada en artículos de lujo formaba parte de su audiencia, aunque no le interesara el iPhone ni correr.
Del mismo modo, cualquier persona interesada en correr formaba parte de su audiencia, aunque no le interesaran los artículos de lujo ni tuviera un iPhone.
¿Habías entendido cuál fue el error? ¿Te das cuenta de lo grave que es?
Esto implicaba que Lorena estaba gastando la mayor parte de su presupuesto en alcanzar a personas que no estaban realmente interesadas en su producto. Era una situación desalentadora y costosa.
Pero ahora que se había percatado de su error, Lorena estaba ansiosa por encontrar una solución.
Quería aprovechar al máximo la herramienta publicitaria de Facebook y alcanzar a su público objetivo de manera efectiva.
Entonces, ¿cuál es la solución?
Para entender cómo corregir su estrategia, Lorena decidió analizar una ilustración que comparaba su audiencia seleccionada con un caso ideal.
En primer lugar, examinó su audiencia actual:
Y luego, observó la audiencia ideal:
¿Se aclaraba el panorama ahora? La solución residía en elegir personas que cumplieran con los tres intereses simultáneamente, es decir, aquellas que tuvieran los tres criterios:
Vivir en Argentina,
Poseer un iPhone
Tener interés en correr.
Esto parecía lógico, ¿verdad? Sin embargo, sorprendentemente, el 90% de las personas no lo hacen correctamente.
Entonces, ¿cómo hacerlo correctamente en Facebook?
Si Lorena hubiera leído este artículo, se habría dado cuenta de su error y habría tomado medidas para corregir su estrategia publicitaria.
Veamos los pasos que debería haber seguido:
Primer paso: elegir el primer interés, en este caso, "iPhone".
Segundo paso: elegir el siguiente interés, pero en un grupo aparte. ¿Cómo se lograba esto?
Al hacer clic en la opción "Acotar público", Facebook abría un nuevo grupo de intereses.
Una frase clave en esta etapa: "Las personas deben tener el primer interés que elegiste Y TAMBIÉN deben tener el que agregues en este nuevo grupo".
Para asegurarse de estar haciendo todo correctamente, Lorena debía fijarse en el tamaño de su audiencia. Si disminuía al agregar otro interés, eso significaba que estaba en el camino correcto.
Entonces, Lorena agregó el segundo interés, como "Artículos de lujo", y observó cómo el tamaño de la audiencia cambiaba:
El tamaño disminuyó de 1 millón a 680 mil. ¡Estaba progresando!
Luego, repitió el mismo proceso para agregar el tercer interés, "Correr":
El tamaño disminuyó de 680 mil a 280 mil.
¡Y así, damas y caballeros, se corrigió el error que había costado dinero y tiempo a tantos emprendedores, incluida Lorena!
¿No te parece interesante cómo un pequeño cambio puede marcar la diferencia?
Sin embargo, aún quedaban muchas cosas que Lorena podía hacer para mejorar su audiencia.
Aunque reducir su audiencia a 280.000 personas era un paso en la dirección correcta, todavía era un número considerable.
Lorena entendió que debía apuntar a públicos más pequeños y precisos para maximizar el rendimiento de sus anuncios en Facebook.
Por ejemplo, podía enfocarse en los modelos de iPhone que no tenían puerto de auriculares, lo que aumentaría el interés en los AirPods.
En ese caso, Lorena podría dirigirse específicamente a personas que poseyeran modelos de iPhone a partir del iPhone 7.
Esto limitaría aún más su audiencia, pero de una manera más precisa y efectiva.
En lugar de alcanzar a un gran grupo de personas, Lorena se dirigiría a un segmento más específico de 15.000 personas que realmente estarían interesadas en su producto.
¡Ese sí era un número interesante! Especialmente si estabas comenzando con un presupuesto limitado.
De esta manera, se optimizaría al máximo el gasto publicitario en Facebook, dirigiendo los anuncios a personas que realmente estarían interesadas en los AirPods.
Lorena estaba emocionada por aplicar estos cambios y ver los resultados.
Aprendió la importancia de seleccionar correctamente los intereses y acotar su audiencia para llegar a las personas adecuadas.
Pero además de eso, también comprendió que la publicidad en Facebook no se trataba solo de elegir los intereses correctos, sino de diseñar anuncios atractivos, utilizar mensajes convincentes y realizar un seguimiento adecuado de las métricas para medir el rendimiento de las campañas.
Lorena decidió invertir tiempo y esfuerzo en aprender más sobre estrategias de marketing digital y publicidad en línea.
Se inscribió en cursos, leyó libros y se mantuvo al día con las últimas tendencias en el campo.
Con el tiempo, Lorena se convirtió en una experta en publicidad en Facebook y logró resultados increíbles para su negocio de tecnología.
Aumentó sus ventas, atrajo a nuevos clientes y construyó una sólida presencia en línea.
Así, la historia de Lorena se convirtió en un ejemplo inspirador para otros emprendedores que habían pasado por las mismas dificultades con la publicidad en Facebook.
Aprendieron de su experiencia y aplicaron los consejos y estrategias que Lorena compartió con ellos.
La publicidad en Facebook ya no era un enigma para ellos.
Ahora entendían que, si se hacía correctamente, era una poderosa herramienta para impulsar sus negocios y alcanzar el éxito.
Y así, con cada vez más emprendedores utilizando Facebook de manera efectiva, la frase "¡La publicidad en Facebook no funciona!" se convirtió en un recuerdo lejano y desacertado en el mundo empresarial.
La historia de Lorena demostró que, con la combinación adecuada de estrategia, creatividad y conocimientos, Facebook podía ser, de hecho, la mejor herramienta publicitaria del momento.